Relato de una joven y su amor por la cocina

Se siente intranquila, pues si bien la cocina es lo suyo, su historia no traspasa los vínculos familiares y sociales, pero con el paso de los minutos comienza a tomar confianza y a tener seguridad en sí misma. La cocina es lo suyo, a pesar de que no estudia gastronomía.

Estudiante chilena de Pedagogía General Básica, su pasión comienza desde niña y ahora a los 23 años decide contar cómo el amor de la cocina ha sido tan fuerte que la ha ayudado a aprender más y poder crecer en el rubro:

Empecé cuando pequeña al mirar a mi abuelita hacer pan. Ella siempre me daba un poquito de masa para jugar y hacía formas y todas esas cosas que los niños hacen, pero creo que igual eso me gustó porque apenas tuve la posibilidad de hacer cosas por mi misma en la cocina hacia unos kutchen de manzana que les gustaban a todos en la familia, siempre estaban en las reuniones familiares (mi abuelo decía que no comía ningún otro dulce que no fueran mis kutchen).

Ya hace como 3 años comencé a hacer cupcakes, brazos de reina y cosas un poco más elaboradas en mi casa, al principio no me resultaban pero ahora ya estoy mejorando, además me estoy “especializando” un poco más, voy a cursos de tortas de fondant porque quiero lograr hacer bien ese tipo de tortas.