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Nuevas técnicas en coctelería para despertar los sentidos

Mientras Simone Caporale experimenta jugando con los sentidos, Aaron Díaz deleita con su coctelería conceptual.

Los bartenders internacionales Simone Caporale y Aaron Díaz visitaron Chile en el marco del evento La Coctelera Festival, donde participaron como jueces de la competencia de bartenders e inspiraron a otros con sus talentos.

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Ambos dictaron clases magistrales para mostrar sus habilidades en el arte de la coctelería. Díaz es originario de Lima y se ha convertido en un referente del rubro en Perú y en el resto del mundo. A su vez, Caporale es un italiano elegido tres veces como el mejor bartender internacional y que actualmente trabaja en el exclusivo bar londinense Artesian.

La visita de estos maestros del cóctel tuvo como objetivo inspirar a otros bartenders por medio de sus originales técnicas. Además, de promover la ingesta responsable de alcohol bajo el concepto de generar toda una experiencia de consumo.

Durante la previa al Festival en el bar Red2One del Hotel W de Santiago de Chile, Caporale inició su muestra para la prensa invitando a la reflexión:

Pensamos que un cóctel debe sentirse en una copa o en un vaso, pero ¿qué es una copa? ¿Qué es un vaso? ¿Hasta qué límite se puede definir lo que pueda contener un líquido?

Lo cierto es que no hay límites y bajo estas preguntas comenzó hace unos años a desarrollar ideas novedosas para servir un cóctel y a jugar con la percepción de la gente. Dentro de sus creaciones está un cóctel servido dentro de una piña y un vaso hecho con dos contenedores que contiene licor y agua pura vaporizada a temperatura ambiente, inspirado en una nube.

Otra de sus ideas, pero más extravagante, es una taza cubierta de pelo animal y perfumada con aroma a bergamota, naranja y pachulí. El objetivo consta de que cada vez que el cliente se acerque a tomar, primero se impregne de la fragancia, lo que le provoca un juego en los sentidos.

También la novedosa forma de servir un cóctel en una malla suspendida en el aire y colgado de las manos de los clientes, resulta todo un desafío. En esa misma línea, creó un contenedor de aluminio con forma de platillo, que reta a tomar despacio para construir una mejor estructura aromática en el paladar que si se tomara en un vaso.

Consultado por los productos con los que prefiere trabajar, expresó:

Me gusta experimentar con productos que nunca he trabajado. Por ejemplo en Europa están muy de moda los ingredientes de Sudamérica. Utilizan mucho la vainilla porque ayuda a realzar otros sabores.

Siguiendo la misma línea de crear nuevas técnicas y herramientas en coctelería, Díaz junto a un grupo de bartenders peruanos trabajaron para crear experiencias líquidas y fueron los pioneros en hablar sobre coctelería conceptual.

Bajo esta visión que combina el conocimiento entre la cocina y el bar, buscan comunicar que la coctelería se puede volver una experiencia y han extendido este concepto por varios lugares del mundo para despertar la creatividad en otros bartenders.

Trabajan sus ideas, crean vajillas con artistas plásticos y experimentan con insumos para cócteles. Una de sus creaciones trata de una vajilla espiral de cerámica que simula un lugar de Perú llamado Acueductos de Cantalloc y que bautizaron como “Recuerdos de Cantalloc”.

El cóctel contiene cajú, sal de mar, caña de azúcar, una fruta amazónica llamada camu camu, tuna roja, coca, cactus, muña o menta andina, rocoto, zapallo, flores comestibles y zapallo. Toda esa mezcla se finaliza con agua de manzana con un poco de pisco, zumo de limón y jarabe simple.

La clave de todos estos insumos es que utilizados en pequeñas cantidades cada uno va aportando algo distinto. En palabras de Díaz:

La coctelería está siendo mucho más aperitiva y refrescante. Además, se debe tomar en cuenta la importancia de un insumo olvidado que es el hielo. Nosotros hemos creado más de 30 tipos de hielos de distintos sabores, texturas y formas.

Otra de sus creaciones conceptuales es un cóctel que se llama “Lulo”, que dentro de sus ingredientes lleva vodka, zumo de lulo o naranjilla, jarabe simple, aperol, hielo y polvo de frambuesa. La novedad es que lo sirve en un vaso doble que permite que el cóctel se mantenga frío.

Para disfrutar de todas estas creaciones que tienen en común invocar a los sentidos y a la experiencia de disfrutar un buen cóctel, el consumo responsable de alcohol debe ser un aspecto a considerar. Así lo afirma Díaz:

Con un cuarto de onza menos en cada cóctel puedes tomar más bebiendo menos alcohol. Un consumo moderado permite disfrutar más.

Por lo tanto, los bartenders recomiendan acompañar siempre el cóctel con un vaso de agua para evitar beber en exceso y así disfrutar adecuadamente de las preparaciones.

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