El amaranto es uno de los cereales más completos que existe. Estas pequeñas semillas tienen un alto contenido de calcio, hierro, magnesio, fósforo y vitamina A y C, además de los 8 aminoácidos esenciales para formar una proteína vegetal completa. En otras palabras, ¡es un súper cereal!
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Por lo regular encontramos el amaranto en su versión inflada, como si fueran unas palomitas miniatura, endulzadas y listas para acompaña nuestra fruta. Pero, ¿sabían que se puede conseguir la palomita cruda en semilla?
Un día, en una expo de productos orgánicos, encontré el amaranto crudo y lo compré sin dudarlo. Días después tenía 500 gramos de amaranto, sin saber qué hacer con él. Se me ocurrió prepararlo como la quinoa o el arroz, cocido sólo con agua para tener una base. De ahí sazonarlo al gusto.
Lo preparé como si fuera risotto de chia, acompañado con portobellos y una ensalada de kale. ¡Quedó delicioso! Luego lo preparé como lo hago regularmente con la quinoa y, aunque no queda completamente seco, fue otro gran acierto.
Entonces, se me ocurrió, si existen platillos dulces con chía y tienen una consistencia similar, ¿por qué no comer amaranto en el desayuno?
Esta receta es muy práctica para personas que, como yo, viven solas. En fin de semana preparas una porción regular de amaranto — una taza de cereal, con 2 tazas de agua —, la cual te sirve como base para diversos platillos a lo largo de la semana. Así nos aseguramos de comer nuestras proteínas completas.
En verdad, ¡una bendición y una delicia!
Tiempo de elaboración | 10 minutos
Dificultad | Fácil
Personas | 1
Ingredientes
- 1/2 taza de amaranto cocido
- 1/2 taza de leche vegetal favorita
- 4 mitades de nueces en trozos
- 1 cucharadita de canela
- jengibre en polvo (opcional)
- 1/2 plátano en rodajas
- 1/2 taza de moras favoritas
- miel de agave al gusto
Cómo preparar el amaranto con nueces y frutillas
- En un tazón mediano, un plato hondo o un mason jar, coloca el amaranto cocido con la leche vegetal al gusto — en lo personal, me encanta la leche de almendra —.
- Agrega la canela y el jengibre (este ingrediente es opcional y completamente al gusto). Endulza con un chorrito de miel de agave (también puedes endulzar con un dátil remojado y picadito). Revuelve muy bien.
- En este punto puedes ajustar el amaranto. Si lo quieres más aguadito o más espeso, agrega más leche o un poco más de amaranto. Si lo quieres con un poco más de canela o más dulce.
- Agrega las nueces, el plátano y tus moras favoritas; un día puedes intentar con zarzamora, otro con frambuesa, blueberry o todas juntas. ¡A disfrutar!
Fuente: Food52