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Prepara una ensalada de endibia y nueces

Goza de las propiedades únicas de estas hojas blancas, ideales para desintoxicar el hígado y el organismo en general.

En las últimas semanas he retomado mi relación con la cocina. Amo estar en contacto con mis alimentos, comprarlos directo del productor, prepararlos con mis propias manos, con mucho amor y dedicación. Recetas fáciles de hacer, deliciosas y que aportan nutrientes necesarios.

En el libro Simple Recipes for Joy encontré una ensalada con un ingrediente que nunca había probado, las endibias. Esta planta, pariente de las asteráceas, son un cultivo muy especial. Sus hojas son más bien blancas, casi no tienen clorofila y por lo regular son cultivadas en cuartos oscuros.

Esta ensalada está pensada para desintoxicar el organismo; en especial, le da un respiro al hígado. Se acompaña con sabores dulces, como la miel de agave, para contrastar sabores. El resultado es una ensalada fresca, dulce amarga, que nos ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas.

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Tiempo de elaboración | 15 minutos
Dificultad | Fácil
Personas | 1 a 4

Ingredientes

  1. 8 tazas de endibias, picadas
  2. 1 tomate picado o 8 tomates cherry
  3. 2 cucharadas de aceite de olivo
  4. 8 nueces de castilla, picadas
  5. 1 manzana mediana, picada
  6. 1 cucharadita de miel de agave
  7. sal rosa del Himalaya, al gusto
  8. pimienta negra recién molida, al gusto

Cómo preparar la ensalada de endibia y nueces

  1. Coloca la endibia, los tomates y la manzana en un bowl grande.
  2. En un sartén pequeño, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega las nueces y saltea durante 3 muntos, revuelve constantemente cuidando que no se quemen. Agrega la miel de agave y remueve por unos segundos.
  3. Retira del sartén y colócalos en papel de cocina o una toalla para eliminar el exceso de aceite. Agrega a la ensalada.
  4. Sazona al gusto con sal y pimienta recién molida. Mezcla bien.

También puedes saltarte el paso del salteado y simplemente agregar las nueces, con la miel de agave y el aceite de oliva a la ensalada. Si no consigues endibia, puedes sustituirla por radicchio o arúgula (rúcula) — ambas con un sabor un poco más fuerte.

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