Cualquier alimento, incluidos los más simples que podamos imaginar está constituido por una enorme cantidad de sustancias que al ser ingerido, serán vehiculadas a nuestro organismo. La variedad y cantidad de sustancias químicas distintas es prácticamente infinita, pero obviamente, tratamos de agruparlas en los tipos que son más habituales y tienen mayor interés para nuestra nutrición.
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Se puede hablar de dos grupos de nutrientes principales en los alimentos:
- Los principios inmediatos.
- Los componentes minoritarios.
Principios inmediatos
En nutrición se denomina principios inmediatos a los grupos de sustancias químicas que componen mayoritariamente los organismos vivos y por supuesto los alimentos, que proporcionan un aporte energético variable, pero importante y cuya presencia es necesaria en los organismos para un correcto funcionamiento, pudiendo presentar de forma simultánea a la meramente energética, una función plástica.
Los principios inmediatos en nutrición se dividen en Hidratos de Carbono, Lípidos y Proteínas. Sus características bioquímicas y sus funciones metabólicas son muy distintas y se estudiaran en cada uno de sus apartados correspondientes. Existe una sustancia energética que en ocasiones puede aportar una cantidad considerable de la energía de la dieta, aunque no lo podemos clasificar como nutriente en si, el alcohol, ya que aunque al metabolizarlo podemos utilizar su energía, el organismo lo trata como un tóxico que trata de eliminar (transformar) lo antes posible.
Componentes minoritarios
En cuanto a los componentes minoritarios, los podemos dividir fundamentalmente en compuestos inorgánicos y orgánicos, siendo los primeros elementos químicos cuya presencia en los organismos es necesaria, fundamentalmente para que se puedan producir determinadas reacciones bioquímicas.
Entre los compuestos minoritarios orgánicos, podemos distinguir aquellos que el organismo produce en cantidades suficientes o simplemente no tienen una utilidad crucial para el mismo, de aquellos otros compuestos que son fundamentales para el correcto desenvolvimiento orgánico y que sin embargo somos incapaces de sintetizar o lo hacemos en cantidades insuficientes para que sean eficaces en su funcionalidad. Estamos hablando de las vitaminas, que son sustancias complejas que aunque como toda molécula poseen una capacidad energética, el organismo no saca partido de la misma, siendo su función principal, al igual que los minerales, que se produzcan determinadas reacciones bioquímicas en el organismo que sin su presencia no podrían producirse.
Agua y fibra dietética
Entre los nutrientes principales, según la definición de nutrición podríamos incluir también el agua, aunque no-presente ni poder energético ni se pueda incluir como minerales o vitaminas. No obstante el agua es esencial para la vida y para que se produzca la absorción de nutrientes. Es el constituyente más abundante del organismo y habitualmente también en los alimentos.
Por último, la fibra dietética es un componente de algunos alimentos (de origen animal) que el aparato digestivo humano no tiene capacidad para absorberlo al no estar dotado en arsenal enzimático humano de las enzimas que puedan desdoblarlo. Obviamente no puede ser considerado como nutriente, y de hecho durante muchos años se consideró un antinutriente, es decir un compuesto que no era deseable en la dieta. No obstante y desde la década de los setenta, la fibra dietética ha cobrado un gran protagonismo en la nutrición moderna, por lo que se considera un constituyente necesario en la dieta.