Como en otros nutrientes, las repercusiones sobre la salud, se deben estudiar tanto desde una ingesta insuficiente, hasta aquella que pueda resultar excesiva.
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Estados carenciales
La deficiencia de calcio tiene graves repercusiones durante el crecimiento ya que se paraliza la formación de los huesos, de manera que en los niños puede comprometerse el crecimiento óseo, aunque el trastorno característico que pueden sufrir es el raquitismo, más relacionado con el déficit de vitamina D.
La consecuencia de una ingesta baja en calcio, mantenida durante mucho tiempo, es la desmineralización y descalcificación ósea que vuelve frágil al hueso, dando lugar a las alteraciones de la osteomalacia, osteoporosis, repercusiones en la calcificación de dientes, etc. La osteoporosis es un problema de salud de importancia creciente, tanto por afectar a mujeres posmenopáusicas como a personas de ambos sexos mayores de 65 años.
Las causas de esta mayor susceptibilidad a las fracturas por la fragilidad ósea de los huesos son múltiples: hormonales (déficit de estrógenos), falta de ejercicio físico, la misma edad avanzada y el aporte insuficiente de calcio durante varios años. A pesar de la complejidad del tema y estar sujeto aún a investigación, existen razones para recomendar una ingestión suficiente no sólo durante la época de crecimiento, sino también en al edad adulta y la vejez.
Por otra parte, una deficiencia aguda de calcio puede provocar hipocalcemia y como consecuencia de ello, convulsiones, tetania e incluso parada cardiaca. Ésta que hoy en día es muy rara, era por ejemplo muy característica tras los partos en lugares o épocas de penuria alimentaria.
Toxicidad del calcio
Una alta ingestión de calcio se ha asociado con bajas presiones sanguíneas en algunos estudios no totalmente atribuible a esta causa. Otras experiencias en animales muestran que elevados niveles de calcio en la dieta protegen contra una proliferación celular (tumor) en el colon, inducido por la grasa y ácidos biliares, lo cual tampoco está suficientemente demostrado en el hombre.
La ingesta excesiva de calcio puede ocasionar hipercalciuria (elevadas cantidades de calcio en la orina) y aumentar el riesgo de formación de piedras en riñón. Además, puede ocasionar un descenso de la absorción de hierro, cinc y otros elementos minerales esenciales, por lo que no es aconsejable sobrepasar la ingesta recomendada.