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Carne, ¿comer o no comer?

Una dieta basada en la carne nos aporta más problemas que beneficios. De nosotros depende reducir su consumo.

Carne, ¿comer o no comer? Esa es la cuestión. Desde hace un tiempo hay una idea que me ronronea en la cabeza. Se trata sobre el hecho de comer carne. Esto se debe a que en muchas ocasiones basamos nuestra alimentación en una fuente principal de proteínas de origen animal cuando cada vez más vemos advertencias en este sentido sobre los cambios que debemos hacer, principalmente por nuestra salud y también por un desarrollo más sostenible del planeta.

La evolución del hombre, una evolución marcada por lo que comemos

En la antigüedad la carne era, y con razón, la fuente de energía principal para los seres humanos. Era una fuente que concentraba proteínas, hierro y otro minerales. También la alimentación era rica en grasas y energía de los frutos secos, y fuentes de calcio de algunas hojas. De esta forma los primitivos humanos tenían una proporción ósea específica para lograr procesar ese tipo de dietas. Más robustos, corpulentos, etc.

Después, de cazadores recolectores se pasó a un ser humano sedentario que había aprendido a cultivar y que además había domesticado algunas especies de animales. La dieta se transformó, no era necesaria tanta carne y las verduras empezaron a ganar protagonismo. También las personas experimentaron cambios evolutivos en su cuerpo y en la mente. Debido en parte a una perdida importante de algunos minerales y proteínas, el humano se hizo más debil.

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Fue en la revolución industrial cuando el cuerpo der ser humano vuelve a experimentar cambios, se hace de nuevo más robusto, gana altura, cambias sus expectativas de vida. Casi todo gracias a los cambios en la medicina y en la higiene pero también por una creciente corriente de dar importancia de nuevo a la nutrición derivada de la carne y la leche.

Una dieta carnívora en la actualidad

Hasta ahora, y después de una visión muy simplificada de la realidad que el ser humano (o no tan humano) ha vivido durante miles de años, parece que comer carne es todo ventajas ya que nos hace tener una nutrición más completa. Pero en el siglo XX y con los avances científicos de la medicina todo parece indicar que un consumo excesivo de carne influye directamente en buena medida en algunas de las enfermedades modernas que sufrimos actualmente.

Principalmente podemos hablar de enfermedades cardíacas y el cáncer. Especialmente cuando se asocia una carne rica en carne con una vida sedentaria, con poca actividad física, etc. Esto es porque la carne aporta demasiada energía que contribuye, al no quemarla, a una obesidad que es uno de los mayores problemas del S.XXI.

Por otro lado cuanta más carne comemos menos capaces de limitar el deseo por comer carne somos. En especial las carnes con grasas saturadas. También limitamos más la cantidad de verdura que comemos. Verduras que por otro lado ayudan a combatir enfermedades cardíacas y el cáncer.

Así que, ¿comer carne o no comer? Desde mi punto de vista es un problema comer demasiada carne, pero que comer en su justa cantidad nos aporta beneficios. Lo que si que es cierto es que no podemos basar toda nuestra dieta en un único ingredientes principal: la carne.

De esta forma deberíamos aprender a limitar su consumo, reducirlo y aumentar el de verduras y frutas. Es decir, tener una dieta completa en todos los grupos alimenticios, reducir unos y aumentar los otros. Y siempre acompañarlo de actividad fisica.

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