De los licores del mundo que he probado, el Patxarán es uno de mis favoritos. La primera vez que lo probé fue gracias a un gentil bartender en Madrid. Luego de unas tapas en la barra, me ofreció un shot de Pacharán, como era la costumbre en el bar, y me encantó. Entonces me puse a averiguar de dónde venía y como se hacía este bajativo típico de España.
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El Pacharán o Patxarán en euskera, viene de la montañosa región de Navarra, cerca de los pirineos, que limita con Francia, el País Vasco, La Rioja y Aragón al sur. Este licor artesanal de sabor frutado, dulce, se elabora en base a la endrina, un pequeño fruto silvestre de color negro azulado, medio violeta, de sabor agridulce y un color rojizo cuando está maduro. La endrina crece en un arbusto salvaje, que vendría a ser algo así como un primo del ciruelo.
Para elaborarlo se recogen las endrinas maduras, cuando ya han perdido un poco su acidez, y se maceran durante meses, antes de agregarle el aguardiente generalmente anisado, típico de Navarra. De todas formas, cada productor le da un toque especial, algunos lo preparan con licor anisado de base, otros le agregan canela en rama o flores de manzanilla, según la región.
Se dice que en Navarra y en los alrededores se consume licor de endrina desde la edad media, pero fue a través del tiempo tomó el nombre de Pacharán o Patxaran, como se dice endrina en la lengua vasca. Dicen que tiene propiedades digestivas, por lo que es bueno para después de las comidas.
Te recomendamos tomarlo frio (6° a 8°) y en una copita de cristal.
