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Humanos gracias a la carne

Acorde a las últimas investigaciones, se considera que la ingesta de carne fue pieza clave para el desarrollo de nuestro cerebro.

Existe mucho debate entre el papel de la carne en nuestro proceso evolutivo. El registro de fósiles ha demostrado que el consumo de grasas y carnes fue un factor clave para el desarrollo del cerebro. Contrariamente a lo que podemos pensar, la carne cruda es un alimento que a comparación de las plantas, era mucho más fácil de digerir para los antiguos homíninos. El cambio en el metabolismo permitió que hubiera más energía para que nuestro cerebro se volviera más complejo y evolucionaramos a quienes somos hoy en día.

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Qué nos dicen los fósiles

En los restos de homíninos de hace más de 3 millones de años, se ha encontrado un cambio dental que demuestra una alimentación más vegetariana con tendencias omnívoras. A comparación de los chimpancés, los homínidos mostraban caninos más reducidos, pero seguián teniendo molares bastante grandes. Los australopitecus ( 4.3 millones de AP) y paranthropus (2 millones de AP), tenían molares masivos, esto quiere decir que debían comer muchas plantas. Hoy en día lo podemos ver con los gorilas, quienes tienen que masticar mucho para poder digerir y aprovechar los nutrientes de las plantas. Esta dentadura vegetariana fue convirtiéndose más omnívora con el paso del tiempo. Los caninos, incisivos y premolares fueron volviéndose más importantes.

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Fácil digestión, menos gasto energético

Aunado a las dentaduras más omnívoras, estudios paleoantropológicos también han detectado otros cambios corporales. Reducción del estómago e intestinos, lo cual puede ser prueba de una alimentación más fácil de digerir.  Sesos, vísceras, y tuétano son alimentos altamente nutritivos, con muchas calorías y fáciles de asimilar, por lo tanto  dieron a los homíninos mucha energía, al mismo tiempo que le ahorraban la que gastaban en digerir plantas. También se ha distinguido una disminución en la masa muscular, y aumento en la grasa corporal. Es decir que nuestro metabolismo se volvió más eficiente para ahorrar y almacenar energía. Para muchos investigadores, esto significa más energía para el desarrollo cerebral.

Cerebro hambriento

Del 20% al 25% de nuestra energía en reposo, se gasta únicamente en el cerebro. Esta cantidad es enorme, sobretodo si comparamos con el desgaste de otros primates (9%) o el resto de los mamíferos (3%).Es por eso que muchos investigadores piensan que las adaptaciones de nuestro cuerpo para ahorrar energía, fueron fundamentales para la evolución de nuestros cerebros. Le llaman la hipótesis del “tejido caro”, donde la carne y grasas hubieran aportado la energía necesaria para mantener al órgano tan grande y complejo.

Los cambios corporales tienen una correlación con importantes cambios conductuales. El incremento en el cerebro, la dentadura menos vegetariana, se manifiestan en contextos con las primeras evidencias consistentes de tecnología. Las primeras herramientas de piedra son otro factor para hablar del desarrollo mental, así como cambios en la dieta.

¿Carne igual a evolución?

La dentadura junto con las herramientas  y la encefalización se ha tomado como un argumento para hablar de la carne como principal motor evolutivo. No obstante creo que vale la pena abrir el cuestionamiento, y considerar que existen muchas posibilidades. Las herramientas no sólo ayudan a cazar, o pepenar carne, sino que pueden servir para procesar semillas y plantas. Es decir que la ingesta de carne si bien aumentó en el último millón de años, no significa que haya sido lo único que ingirieron ni que fuera un alimento diario.

Para quienes suelen usar el registro evolutivo para argumentar en contra del vegetarianismo, también creo que hace falta reflexionar sobre la contextualización temporal/espacial de nuestros cuerpos. Ya no obtenemos ni gastamos la energía de la misma manera. Además, no es lo mismo comer la carne (cruda) de la fauna de hace un millón de años, que el bistec procesado que compramos en el supermercado.

Si les interesa el tema de la evolución humana, les recomiendo estos videos con información de mucha calidad, actualizada y fácil de entender http://www.youtube.com/watch?v=2otdjZA-m-Q

Fuentes:

Aiello, L.C., Wheeler, P., 1995. The expensive-tissue hypothesis: the brain and the digestive system in human and primate evolution. CurrentAnthropology36:199–221.

Hublin, J., W. Leonard, and M. Robertson (2009). En J.J. Hublinand M.P. Richards (eds.), The Evolution of Hominin Diets: Integrating Approaches to the Study of PalaeolithicSubsistence, 15–29. Springer, New York.

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