Comer dos hamburguesas produce el mismo placer que un orgasmo

Diversos estudios llegan a una exquisita conclusión: comer dos hamburguesas produce el mismo placer que un orgasmo.
¿Ya lo ha comprobado? Esperamos que sí. En este post le contamos cómo llegaron a esta conclusión, más allá de ese “mmm” al comer una hamburguesa, quizá su experiencia se eleve por mil.

El médico Richard Rawson midió el placer que provocan dos hamburguesas con queso, esto porque el lugar del cerebro que se activa con el placer requiere de un compuesto llamado dopamina. Pues bien, Rawson hizo esta medición comparada con el placer del orgasmo y su conclusión fue tajante y satisfactoria: los valores son idénticos.

Aromas

Un dato que se suma al que entrega el neurocientífico estadounidense, Gordon Shepard, autor del libro “Neurogastronomía”, señala que “a pesar de que no somos conscientes de ello, los vapores que provienen de la comida estimulan células en nuestra nariz”. El aroma cobra importancia cuando somos conscientes de de sentir los sabores a través de este sentido. Un acto que no tiene el mismo nivel que el gusto, pero que sin duda unidos le otorga otro significado a la comida, colaborando en las notas de placer a las que puede acceder gracias a su alimento.

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La locura del tenedor libre

Ya nos ha pasado. Estamos en un restaurante de menú buffet y las ganas de comerlo todo son más grandes que cualquier cosa. Este acto de comida en exceso tiene una explicación. Gordon Shepard advierte que “el efecto buffet se basa en que, si solo se tiene un plato de comida, se come de él hasta estar lleno; pero si alguien trae más y más platos diferentes, la mente nos obliga a seguir comiendo, aún cuando no tenemos hambre”. Un efecto psicológico que ya suele ser muy placentero y en que la cantidad de comida sabrosa nos juega una mala pasada.

La comida es un ritual

Quienes entienden el instante de la comida como un momento al cual otorgar espacio, atención e interés por hacerlo agradable y satisfactorio, aspectos que fueron tema de investigación en la Universidad de Harvard, atendiendo la psicología detrás de cada uno de los rituales alimenticios, descubriendo que estas acciones logran intensificar la percepción del sabor. La investigación se realizó en base a dos grupos de estudiantes a quienes se les invitó a degustar un chocolate. El primer grupo se les solicitó cortar una barra de chocolate por la mitad, desenvolverla y consumirla; el siguiente grupo se les dio modalidad libre de ingerir su chocolate. El resultado: el primer grupo aseguró vivir una experiencia más placentera.

En conclusión, disfrutar de dos hamburguesas con queso le harán sentir increíbles sensaciones. Practique y compruebe usted mismo/a. Tome nota de los aromas de sus alimentos, cuestión que va ligada directamente a hacer de la comida un ritual, que también hay que poner en práctica en lugares de menú buffet. ¿Por qué no?

¡Buen apetito!

Fuente: Planeta Joy