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El tiramisú de Sin Reservas

El lenguaje cinematográfico logra transportarnos a la cocina, dando vida a los platillos y a la gastronomía como un personaje más en la trama.

El lenguaje cinematográfico logra transportarnos a la cocina, dando vida a los platillos y a la gastronomía como un personaje más en la trama. Hoy rescatamos a Sin Reservas, película que muestra el choque entre estilos y temperamentos; un romance que se funde en un delicado tiramisú italiano.

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Para Kate Armstrong, la cocina es una disciplina. Su especialidad es la comida francesa, la cual estudió en las mejores instituciones. Su estilo es clásico, meticuloso, siguiendo las recetas de los grandes maestros. Siempre busca la perfección. Así de rigurosa es su vida hasta que se convierte en tutora de su sobrina y se ve obligada a trabajar con Nick Palmer, sous chef con formación italiana.

Sin Reservas (2007) nos invita a conocer distintos acercamientos a la gastronomía. Kate viene de la estricta escuela francesa, mientras Nick vive la espontaneidad de los sabores italianos; eso que aprendió de manera informal en cocinas de restaurantes italianos, entre amores, ópera y deliciosa pasta fresca. Estas diferencias de “creencias culinarias” logran un punto en común, la pasión que entregan con cada platillo realizado.

Remake de la cinta alemana Bella Martha (2001), Sin Reservas logra salir de la tragicomedia original para darle vida a los sabores que aderezan a esta hermosa historia de amor; un reflejo de la vida misma. Como espectador logras formar parte de la cocina de un lujoso restaurante neoyorquino. Experimentas ese choque de estilos que, al final, se rinden ante un postre glorioso: el sofisticado tiramisú italiano.

El director Scott Hicks logra transmitir esos sabores fuera de pantalla, como si fuera un personaje más involucrado en la narrativa. Esto se logró gracias a la colaboración de Lee Anne Wong, chef ejecutiva del Instituto Culinario Francés de Manhattan, quien aportó las recetas vistas en la película; incluyendo el tiramisú.

KATE
So, what would you do if you had your wish?

Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Fácil
Personas | 4

Ingredientes

Para preparar la genovesa
3 1/2 onzas de azúcar extrafina
4 huevos
1 3/4 onzas de mantequilla derretida
3 onzas de harina
1 onza de polvo de cacao de buena calidad

Para el relleno
1 onza de queso mascarpone
2 1/2 onzas de azúcar extrafina
2 yemas de huevo
3 1/2 onzas de Vin Santo
4 a 5 shots de café espresso
licor Tía María
3 1/2 onzas de chocolate blanco derretido de buena calidad
polvo de cacao para espolvorear
1 barra de chocolate oscuro de buena calidad para virutas

Cómo preparar el tiramisú

Primero se prepara el bizcocho, la genovesa. Precalienta el horno a 350F (176C). Bate el azúcar y los huevos hasta que llegue a punto de listón. Agrega la mantequilla derretida, después la harina tamizada y el polvo de cacao, también tamizado. Vierte la mezcla en un molde para rollo suizo y hornea por 10 minutos. Retira el bizcocho del horno cuando esté listo y deja enfriar.

Para hacer el relleno, coloca el queso mascarpone, el azúcar, las yemas y el Vin Santo en un bowl. Mezcla bien hasta que quede suave.

Para montar el tiramisú, corta el bizcocho y colócalo al fondo de un recipiente profundo; también se puede preparar porciones individuales en copas. Rocíe el café, el licor Tía María y el chocolate blanco derretido. Vierta el relleno de mascarpone y, a continuación, espolvoree el cacao generosamente. Usando un cuchillo grande, se raspa la barra de chocolate para hacer virutas que serán colocadas delicadamente en la parte superior del postre. Se debe colocar en el refrigerador.

Fuente: Recipes from “No Reservations” (Daily News)
Foto: © Warner Bros, vía WebIndia

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