Reconozco que el tema de comer con las manos me encanta. Y es que si estáis pensando en que las alitas de pollo se pueden comer de otra forma que no sean con la manos estáis un poco equivocados. De pensarlo se me cae la baba, además, con esta receta de alitas de pollo al ajillo.
Me encanta hacerla con dos toques fundamentales. Uno el del zumo de limón. Mucho zumo, reducción, y que al quedar casi nada se mezcle con la grasita que sueltan las alitas y se quede muy espeso. Después, otro toque, al final, un poco de cilantro. Un toque freso esencial.
Tiempo de elaboración | 40 minutos
Dificultad | Fácil
Personas | 4 personas
Recomendados
¿Qué es la regla de los 5 segundos contra la procrastinación? Así evitaras postergar tus tareas
Mira el cielo y conecta con la lluvia de estrellas: Rituales para que la energía de las Líridas...
Abril cierra con estrellas Líridas y Luna Llena Rosa que suavizan las energías de Mercurio retrógrado
Ingredientes
- 2 kilos de alitas de pollo
- 10 dientes de ajo
- 4 limones en zumo
- 1 manojo de cilantro fresco
- Aceite de oliva
- Pimienta y sal
Cómo hacer alitas de pollo al ajillo
Empezaremos quitando el extremo a las alitas. Nos quedaremos con las dos partes que tienen carne, la otra podemos dejarlas para caldo o la tiramos.
En una cazuela baja con un poco de aceite doramos las alitas. Las sazonamos con sal y pimienta. Deben tener un bonito color dorado.
Después añadimos el zumo de limón y el ajo y dejamos que se cocinen tapadas durante unos 15 minutos o hasta que se vaya reduciendo el zumo.
Incorporamos el cilantro los últimos minutos y si hiciese falta subimos el fuego para que se termine de evaporar casi todo el zumo. Servimos las alitas.
Consejos y sugerencias
Las alitas de pollo al ajillo son ideales para cualquier día entre semana o incluso para invitar a amigos con los que tengáis confianza, que siempre hay personas que les da más apuro comer con las manos. Y esto es un fingerfood de primera.