Dentro de los veganos hay una tendencia llamada crudivorismo: alimentación viva y en inglés raw food: comida cruda.
Para los que no saben, ser vegano no es lo mismo que ser vegetariano, los vegetarianos no comen carne animal, y los veganos además de no comer carne animal, no consumen sub productos animales, como los huevos o los lácteos.
Entonces, los crudívoros son veganos, su dieta está basada en vegetales, frutas, semillas, frutos secos, cereales, algas y algunas legumbres. Y así como nosotros usamos el horno, el fuego y el vapor para nuestras preparaciones, ellos usan procesos como la germinación y la deshidratación a bajas temperaturas.
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Yo no soy crudívora, estoy lejos de serlo, pero me encanta la comida cruda y los platos que se pueden hacer son realmente increíbles y deliciosos.
Muchos de los postres que preparo son crudiveganos, al no llevar azúcar, lácteos (cremas, quesos, mantequilla), grasas saturadas, puedo comerlos y saber que estoy consumiendo algo rico que además me va a nutrir, me va a aportar energía y no calorías vacías.
Ayer hice mi versión de unas láminas de betarraga con “ricotta” de almendras y maravilla. Les aseguro que si invitan a alguien a comer y hacen este plato jamás se va a dar cuenta de que la ricotta no es ricotta!
Esta preparación es perfecta para una entrada: suave, crocante, contundente y a la vez fresca. Acá les dejo la receta:
Ingredientes:
- 2 Betarragas grandes
- Un puñado generoso de almendras
- Un puñado generoso de semillas de maravilla
- Aceite de oliva
- Jugo de un limón
- Sal de mar
- Albahaca u otra hierbita seca
- Rúcula
- Agua
- Mostaza (opcional)
- Flores para decorar
Preparación:
Primero hay que hidratar las almendras y las semillas de maravilla, esto significa que hay que dejarlas en agua entre 2 y 8 horas, luego hay que botar el agua de remojo, enjuagar un poquito los frutos secos y dejar escurrir en un colador hasta que se hayan secado un poco. Una vez hidratadas reservar.
Pelar las betarragas y con la ayuda de una mandolina o un buen cuchillo cortarlas en láminas finas.
En la 123, minipimer o licuadora moler las almendras, semillas de maravilla, el jugo de limón, sal de mar, aceite de oliva, albahaca y si fuera necesario un poco de agua, la idea es que quede una pasta homogénea similar a la ricotta. Probar como está de sabor y si es necesario agregar más sal, aceite, limón, pimienta etc…
Lavar y aliñar la rúcula con sal de mar, aceite de oliva y mostaza.
Armado: poner en un platito pequeño una lámina de betarraga, sobre ésta un poquito de “ricotta”, nuevamente una lámina de betarraga y “ricotta”, la última lámina de betarraga, encima un montoncito de rúcula y alguna florcita que contraste con el verde de la rúcula.
Listo!