Lifestyle

Cómo sobrevivir a un verano comiendo en familia I

Hoy analizamos a la abuela y los niños como parte de unas vacaciones que pueden ser un infierno o todo lo contrario.

La familia, esos extraños entrañables. Eso es probablemente lo que os pase a más de uno. Un año entero trabajando, un año en lo que os veis muy poco, un año en el que solo os juntais a comer todos juntos un día a la semana como mucho, cuando no un día al mes. Pero ahora vienen las vacaciones de verano. Mucho de hecho estaréis en plenas vacaciones, y toca desayunar, comer, merendar y cenar con toda la familia durante unas semanas. ¿Cómo hacerlo y no morir en el intento?

La abuela

La abuela que además suele coincidir con tu suegra. Es decir por un lado podéis contar con ella para controlar en la comida a “los niños”, de los que ya hablaremos” pero por otro lado será la jefa de la cocina, en especial si compartís piso. Aunque si no lo compartís ya veréis como se las ingenia para aparecer en cada desayuno, en cada comida y en cada cena. Tal vez a la hora de la merienda coincida con uno de sus paseos por la playa.

A la abuela la tenéis que tratar siempre con una sonrisa, de esa forma el enemigo que parece lo podéis convertir en un dulce aliado. Aliado a la hora de elegir dónde ir a comer, o qué comprar el super si os queréis dar un capricho en alguna comida en casa o incluso para que te haga esa rica tortilla de patatas o esos pimientos verdes fritos para llevar al aperitivo a la playa.

Recomendados

El lado negativo está en esas abuelas que son más suegras que abuelas. Es decir, aquellas que no hay forma de hacerse un aliado, siempre estarán ahí para dar la puntilla. Solo queda hacer mutis por el foro, escapar al bar con alguna excusa y tomar mucho aire, piensa que cada día que pasa es un día menos para las vacaciones.

Los niños

Sí, a algunas personas les cuesta imaginar que dentro de una familia hay niños y que hay que intentar hacer las vacaciones también para ellos. Una vez que os deis cuenta que ellos también cuentan y que a pesar de que se amolden bien a cualquier tipo de vacaciones seguro que unas diseñadas con ellos y en parte para ellos les gustarán mucho más. Esa es la primera consideración para tenerles contentos, y si ellos están contentos tú también, y por lo tanto las vacaciones serán más vacaciones si cabe.

En una familia puede haber niños de muchas edades. Lo idea, aunque ya sabemos que esto no existe, es cuando de repente hay un niño más mayor que puede hacer de modelo “bueno” para los más peques. Llegado el caso lo tendréis fácil: comida fuera de casa, una mesa a parte y el niño mayor controlará muy bien al resto. Comida dentro de casa, una mesa más baja y mismo modelo. Incluso a poder ser a comer en otro horario, y mientras ellos duermen la siesta vosotros aprovecháis para comer más tranquilos.

En el caso de que haya muchos niños pequeños (los vuestros, lo de los tios, de los amigos, etc.) hay que establecer o bien un orden marcial, que ya os digo que no vale para nada. O si no, pequeñas pruebas con recompensa. Sí, hay que hacerles participar: llevar cada uno su plato a la mesa, recogerlos, ayudar llevando cada uno su mochila con la comida si coméis en la playa, enseñarles a compartir, etc. Haremos una cartulina con el nombre de cada uno y distribuida por días. Después una puntuación por cada cosa bien hecha y el campeón del cada día tendrá un premio, el campeón de la semana otro, y el campeón de todas las vacaciones un megapremio.

Recordad el objetivo: que las comidas de las vacaciones no supongan un suplicio. En una próxima entrega nos fijaremos en los “tios o hermanos” y en ese “amigo pesado”.

Tags

Lo Último


Te recomendamos