Sandía

La sandía es una de las frutas preferidas del verano, me atrevería a decir que por casi todo el mundo, de hecho no conozco nadie (aunque probablemente los haya) a quien no les guste. Pues bien, la sandía, ahí donde la veis es un pariente lejano de los melones, en concreto viene de una planta africana llamada Citrullus lanatus.

Pero que sea africana, no quiere decir que haya tardado es descubrirse. De hecho hay documentos que datan su consumo en el siglo IV a.C. en Grecia y 5.000 años antes en Egipto. Siendo hoy en día una de las frutas más consumidas, incluso por encima de todas las variedades de melón juntas.

Características de las sandías

La variedad doméstica es dulce, nada que ver con las sandías silvestres que son amargas. Siendo estas últimas ultilizables en una preparación que consiste únicamente en encurtir la corteza.

Recomendados

¿Qué es la regla de los 5 segundos contra la procrastinación? Así evitaras postergar tus tareas

Mira el cielo y conecta con la lluvia de estrellas: Rituales para que la energía de las Líridas...

Abril cierra con estrellas Líridas y Luna Llena Rosa que suavizan las energías de Mercurio retrógrado

Pero son muchas las propiedades que hacen de la sandía una fruta especial. Por ejemplo hay estudios que la certifican como una fuente de “viagra natural”. La Universidad A&M de Texas indica que tiene (en especial la corteza y la carne próxima a esta, un compuesto llamado citrulina, que es una sustancia que relaja de los vasos capilares, por lo que aumenta el riego sanguíneo al comvertirse en nuestro organismo en una aminoácido llamado arginina. Además tiene propiedades saludables sobre corazón, en el sistema circulatorio y beneficia el sistema inmunológico.

La sandía contiene vitaminas como son la provitamina A o la C. Además muchos minerales como son el Potasio, Magnesio, Calcio, Fósforo, Hierro, Sodio y otros compuestos como el ácido fólico, Beta caroteno, Licopeno (un antioxidante natural), ácido ascórbico, riboflavina, tiamina, niamina.

Cómo reconocer una buena sandía

A la hora de elegir una sandía podemos hacerlo guiados por el instinto o bien por algunos detalles fácilmente reconocibles. Casi lo mismo que con los melones.

1. Debe tener un buen peso, es decir una sandía grande deberá pesar mucho, las hay hasta de 30 kg o incluso más. La cuestión es que por su tamaño debe ser proporcional, desconfiar de las sandías grandes que pesen poco.
2. La piel debe tener tonalidades amarillentas en algunas zonas, aunque el verde es el predominante hay que tener en cuenta que esas zonas amarillas denotan que ha empezado a perder clorofila por lo que seguro que será una sandía dulce.
3. Y por último debe tener un sonido sólido al golpearla. Estará bien madura para consumir.

Elaboraciones con la sandía

La sandía, principalmente, se consume en fresco, como una fruta después de la comida. Aunque ya que estamos en verano, no hay nada como comerla a la orilla del mar o en una piscina. Ahora bien la sandía se puede preparar de otras formas.

Por ejemplo la corteza se suele encurtir y la pulpa se puede confitar. Incluso se puede preparar a la plancha, recubrir de chocolate, y un largo etcétera de posibilidades.