Natural
Para las mamás que les gusta la comida sana, pero rica
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Para este desayuno es importante aprovisionarse de frutas frescas y frutos secos. Para beber café o té más un jugo natural, puede ser el tradicional jugo de naranja o pomelo o puedes ponerte creativo con un jugo de piña y menta o una limonada con jengibre y miel. Complementa esto con rebanadas de pan integral, ojalá uno multigranos, puede ser con palta, queso fresco y alguna mermelada. Ahora el plato estrella de este desayuno, un müesli, preparado a base de avena y leche, más cereales, frutos secos y frutas (las que quieras) o un plato de yogurt natural con granola y frutas picadas, una buena opción es hacer un contraste entre una más ácida, como frutillas, berries o piña y otra más dulce como el plátano. El toque especial se lo das con almendras laminadas y agregándole jugo de naranja con miel. También puedes agregar un queque o muffin de arándano o zanahoria con amapolas.
Francés
Para las mamás de gustos clásicos
El desayuno francés es generalmente dulce. Incluye café de grano, jugo natural de naranja o pomelo, más croissants a los que se les agrega mantequilla y mermeladas de distintos tipos o quesos blandos como camembert o brie. Si no consigues croissant puedes reemplazarlos por una crujiente baguette.
Otra buena idea es comprar pain au chocolat, una patisserie francesa típica, que es una masa de hoja horneada rellena de chocolate, lo ideal es comerlos tibios. Si prefieres hacer algo más especial y colaborativo con los niños puedes preparar tostadas francesas (sólo necesitas pan de molde, huevos, leche y azúcar flor o miel) o panqueques, los famosos crêpes que puedes rellenar con nutella y berries, o lo que tú quieras.
Ahora si la mamá celebrada prefiere lo salado, la opción es un omelette a base de huevo y queso de cabra, tomates cherries o algún verde como albahaca o puerro.
Brunch lujurioso
Para las mamás más gozadoras
Si la mamá celebrada adora levantarse tarde y los desayunos largos, lo ideal es preparar un brunch –mezcla entre desayuno y almuerzo-. Sin olvidar el café o té, y el jugo de frutas, acá hay permiso para tomar un trago. Te recomiendo preparar cócteles a base de espumantes ideales para el aperitivo, como la mimosa, espumante y jugo de naranjas, o el bellini, espumante y jugo de durazno o melocotón.
En un brunch los huevos son un must, puedes hacerlos como tú quieras, a la copa, pochados, benedictinos, revueltos con tocino o incluso con salmón. Acompáñalos de un rico pan, puede ser de campo, negro o algunos especiados (aceituna o nuez, por ejemplo). Acá los rellenos pueden ser variados, desde ricotta, con salmón ahumado y un toque de ciboulette o rúcula o una variedad de jamones y quesos.
Si no puedes dejar pasar el toque dulce, unos pancakes bañados en miel de palma y berries, o una tarta de fruta vienen bien. Si quieres algo más fresco, una ensalada de frutas de la temporada.
